domingo, 7 de marzo de 2010

12

No quiero escuchar NADA más del 2012 y el fin de mundo. BASTA. Mi madre se las empeña hace años en asustarme y ahora tengo que escuchar en cualquier conversación la relación terremotos-falta poco para el 2012. Hasta me compra cuadernos para la facultad cuya tapa exhibe un enorme "2012" y atrás te cuentan lo del calendario maya. Sinceramente, no entiendo que satisfacción se puede conseguir de repetir constantemente que en unos años caduca el mundo, o de ir a ver una película en la que nadie se salva, como si les hiciera sentir bien.
Ya está, estoy asustada, misión cumplida.

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