sábado, 9 de enero de 2010

Dolina.

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- En un lugar preciso de la cancha de Piraña acecha el demonio.

A veces los jugadores pisan el sector infernal, adquieren habilidades secretas, convierten muchos goles, triunfan en Italia, se entregan al lujo y se destruyen.
Otras veces los jugadores pisan al revés y se entorpecen, juegan mal, son excluidos del equipo, abandonan el deporte, se entregan al vicio y se destruyen.
Hay quienes no pisan jamás el coto del diablo y prosiguen oscuramente tus vidas, padecen desengaños, pierden la fe y se destruyen.
Conviene no jugan en la cancha de Piraña.

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El segundo curso consitía en realidad en una continuación del primero. La asignatura se designaba con el nombre de Sufrimiento. Durante largos años, un grupo de educadores y personal contratado se encargaban de promover la desdicha del discípulo. Cada uno de los inscriptos era engañado por mujeres, atropellado por camiones y sometido a toda clase de vejámenes, no sólo durante las clases, sino también en su vida particular.
Como se ve, los directores de la academia pensaban que el dolor y el arte son inseparables.

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